martes, 25 de diciembre de 2007

Desoí todas las voces

“Vuélvete sobre tus pasos”, murmuró con una voz alicaída, rota, que resonó únicamente en su cabeza. Se deshacía en lágrimas silenciosamente y ya era demasiada nieve la caída sobre sus hombros. El otoño se había cobrado sus correspondientes víctimas, corazones temerosos de saltar al vacío, y un invierno gris sólo conseguía matar de frío, de tristeza. “No se pierde toda la esperanza. Jamás”, le grité con la mirada perdida entre las baldosas de cualquier suelo. Pero ella no me miraba, nunca lo ha hecho, ella sólo es capaz de advertir que él ha dejado de mirarla. Canta, grita, se maldice, se lamenta; pero no me ve a mí, justo a su lado, siempre cantando, gritando, maldiciéndome, lamentándome. Siempre, que es nunca, y viceversa. Mientras ella se reía de Dios sabe qué, yo me limitaba a desear ser, simplemente, ese reloj de correa azul que siempre ha llevado en su muñeca derecha, para que la sangre se me acumulase en las mejillas cada vez, cada segundo, que mis manecillas se fundieran con sus ojos. Mientras ella contaba las estrellas de cada constelación, más tarde de cada galaxia, yo, silencioso, me inventaba el número de botones de su blusa que podrían desabrocharse. Y, mientras ella saltaba sobre los charcos que dejaba la melancolía, siempre con botas de agua, yo era el encargado de vaciarme de toda tristeza, para que ella atravesase sus barrizales, risueña.
No. No me volví sobre mis pasos. Desoí todas las voces. Me olvidé de la esperanza, del jamás, del para siempre. Quizá el cobarde sepa mejor que el valiente en qué consiste la valentía.

*

16 comentarios:

sinparacaidas dijo...

la mejor tortuga del mundo mundial [eres .t.ú.]

L. dijo...

No sé si te he dicho alguna vez que odio que tengas ese don por el que cada vez que te leo me pregunto: "¿Soy yo? ¿De verdad soy yo o me lo estoy inventando, como hago con todo? ¿Soy yo el que escribe o el que lee, o el que aparece escrito y es leído?" Aunque seguramente no seré nadie, porque ni yo me pertenezco a mí mismo.

Mi abuela, que nunca fue a la universidad pero que de cultura popular, y en definitiva, de lo que es la vida, sabe un rato; siempre me dijo que el buen escritor, o quizás el auténtico y el único, no es el baboso empedernido que se cree genio -por ignorancia, más que por otra cosa- sino aquel que consigue que te sientas identificado con él o con lo que escribe. Y tú, por alguna extraña razón, seguramente mágica; lo has logrado.

Anoche desée con todas mis fuerzas volverme sobre mis pasos. Creo que esta vez me han devorado los tiburones y ya no queda nada. Y voy y leo esto por casualidad, como se leen las obras maestras, por casualidad, contando las estrellas que jamás brillarán.

Anónimo dijo...

"Quizá el cobarde sepa mejor que el valiente en qué consiste la valentía."


Definitivamente cierto...


Sabés...es una dicha encontrarme con este blog, de verdad me estoy volviendo fan...

Es como si me lo estuvieras contando o lo estuviera viendo en plano cortado como fotos.

abrazos...y felices fiestas...


PD: ya te agrege a los links...ahora...sos de la casa.

Anónimo dijo...

"Mientras ella contaba las estrellas de cada constelación, más tarde de cada galaxia, yo, silencioso, me inventaba el número de botones de su blusa que se podían desabrochar."
A menudo dices cosas que me hielan el alma. Leyéndote soy capaz de imaginarlo a él, desesperado, mirándola y sin poder siquiera rozarla, crearla, como si de lo único que viviese él fuese de soñarla cada noche, como si lo único que le diese la vida fuesen los suspiros de ella junto a su cuello solitario (pone anuncios en las calles diciendo: "se buscan suspiros que acompañen a viejos amantes".)

eh tú dijo...

“No se pierde toda la esperanza. Jamás”

cuanta razón tienes :)

Anónimo dijo...

no leì tu texto
pero leì estos comentarios

al sol no se lo puede mirar directamente
la luna sì

el sol quema
la luna influye

te estremeciste cuando leiste las palabras de putas y princesas

y ahora yo aqui
coordinando concomitantemente conDios
atenuante del impacto del encuentro Real
como influencia lunar

pablo

nózaroc dijo...

puedes quedarte, claro.

siemrpe que quieras.
cuando y cuanto quieras (:

Putas y Princesas dijo...

Realmente tienes 14 años????

Putas y Princesas dijo...

pues tu madurez es de admirar. Yo también lo era a tu edad y te avecino que eso te hará´sufrir... aunque también ser muy feliz!!!

Anónimo dijo...

la madurez no es del intelecto, impresiona tu inteligencia
la madurez viene con el tiempo y a veces la inteligencia impide que la madurez ocurra.

pablo-40-años

Putas y Princesas dijo...

siempre tan oportuno Pablo! la inteligencia sin madurez es la que se aleja de la cordura... al menos en el terreno emocional.

Anónimo dijo...

aqui hablando con ellas
y alla hablando contigo

las frutas maduran...
por ejemplo: los limones

en nosotros los humanos
la inteligencia esta sobrevalorada
todo apunta a incrementarla
y toda educacion apunta a ser mas inteligentes
y eso lleva a mucha gente a hablar de lo que no sabe
y a usar la inteligencia como una herramienta de seduccion y no una herramienta para percibir el Cielo

pablo-no-mea-cuerdo

Ene de Nadie, de Nunca dijo...

Y, pregunto, ¿tiene algo de malo usar la inteligencia como un arma de seducción? Es decir, sí, sé bien que no es su fin, pero ¿a caso la gente lee los libros que tiene en sus estantarías?

Anónimo dijo...

el punto es que la seduccion es un vinculo entre egos, no hay seduccion sin egoismo, asi la inteligencia al servicio de la seduccion es tan egoista y destructiva como cuando esta al servicio de la guerra.

por eso el amor belico termina pidiendo paz,
por eso los soldados o extrañan la adrenalina del campo de batalla, o se santifican como Francisco de Asis en las Cruzadas.

no entendi la relacion con lo de los libros

pablo-libro-de-arena

Ene de Nadie, de Nunca dijo...

Hm, entiendo tu postura. Sin embargo, no puedo dejar de defender que la inteligencia, cuando se posee, se debe usar en tantos aspectos como se pueda. Siempre somos egoístas, forma parte de nosotros.

Con lo de los libros me refería a que muchas personas, la mayoría, los tienen adornándoles el salón, haciéndoles parecer gente culta y bla, bla, bla. Y, obviamente, los libros son para leerse, no para que cojan polvo. Pero, una vez se leen, ¿qué hacen? Adornar, nada más. Toda cosa puede tener, en principio, un solo uso. Pero, ¿a caso no puede tener más del que estaba previsto?

Anónimo dijo...

muy claras tus aclaraciones

mi aporte es decirte que el ego forma parte de la manifestacion del ser, cuando se emprende un camino espiritual el ego es un vestigio que se consume hasta desaparecer, la persona sigue existiendo pero sin ego, a esas personas se les llama santos.

un placer charlar contigo

sanpablo